domingo, 18 de abril de 2010

The hero without sword II

El crujido de la nieve y el hielo que iba pisando era el único sonido que había por toda la zona… no soplaba el viento, los árboles no hablaban y no había nada de vida salvo el mismo.
Pasaron las horas con lentitud mientras el guerrero avanzaba con cautela y la espada empuñada con soltura. A cada paso que daba el frío se iba haciendo más intenso e insoportable, pero de no ser por su férrea determinación hubiera muerto congelado tiempo atrás.
El bosque era cuanto menos inquietante, todo estaba completamente congelado y muerto, pero daba la sensación de que fuera a brotar la vida a cada instante, que el verdor volvería en un pestañeo, pero no era así… solo eran tonos azulados y blancos, pero sin luz daba un aspecto fantasmagórico que encogería el corazón de cualquier ser humano normal.

En un momento dado nuestro héroe llegó a un claro donde se tomo un respiro y miró hacia arriba buscando algo de luz, pero no fue así… solo encontró solidas nubes negras que giraban en una espiral sin fin. Nunca había visto nada así, y sin duda no era una buena señal.
Suspiro con fuerza mientras oteaba la parte que tenía frente a él… casi hubiera jurado haber visto un destello azul, de un azul intenso y mortecino… algo que nunca había visto en sus viajes; pero no le importó.

Justo cuando iba a retomar la marcha, un susurro cruel llego a sus oídos… no entendió lo que pudiera decir, era una lengua que jamás había llegado a escuchar, pero aquella voz no tenía un tono amistoso… era dulce y melodiosa, pero cada palabra daba la sensación de que se fuera a congelar todo el mundo al acabar de pronunciarla. Giró la cabeza a un lado y a otro adoptando una pose defensiva al colocar su espada hacía delante y atrasar la pierna derecha… sabía que estaban cerca, los podía oler, sentía como sus ojos lo atravesaban escudriñando su figura desde la espesura del bosque.
Los segundos se transformaron en horas; esa sensación ya la conocía, el inminente choque de espadas, la sangre que se derramará, el dolor que volverá… esa espera, tensa y desquiciante… esa incertidumbre…
¡Y de repente todo rugió! La nieve y el huelo saltaron hacía el negro cielo justo en el momento que uno de los dragones serpenteaba imparable y furioso directo hacía el… su aspecto era feroz, completamente negro y ojos y fauces azules iridiscentes… una visión aterradora y no solo por cómo era, sino por esa velocidad vertiginosa a la que se movía… pero nuestro Héroe estaba preparado y lo esquivó con soltura girando sobre si mismo empezando su danza… trató de que su acero cortara la gruesa piel del dragón, pero solo saltaron chispas que se helaron al segundo.
Y la lucha continuó, aunque solo había aparecido uno de ellos, el guerrero se defendía y contra atacaba con marcialidad… la bestia en cambio jugaba con él, lo estudiaba, lo forzaba a defenderse, lo forzaba a retroceder…
Y entonces, justo debajo de él surgió como un torbellino el gemelo del primero… Al no verlo venir salió despedido en el aire y cayó a bastante distancia pero logro levantarse sin mucha dificultad… los dos dragones ya habían aparecido y ambos serpenteaban hacía el.
No sentía miedo, solo una fuerza inconmensurable en su interior que lo impelía a seguir luchando pese a verse superado por aquellas dos criaturas gigantescas…
El combate se volvió, ahora, algo peligroso, sus dientes intentaban destriparlo una y otra vez, ya no había juego, ahora solo intención de matar…

Horas duró aquella batalla, horas de sonidos metálicos, horas de rugidos… y ahí siguió, vivo, indemne pero cansado hasta la extenuación… pero aquello debía acabar ya.
Por primera vez el fue el que ataco, corrió veloz hacía ellos y salto con todas sus fuerzas con la espada alzada… uno de ellos trato de cazarlo en pleno vuelo pero el aprovecho ese momento para tomar más impulso pisando uno de sus dientes y se abalanzo a por el otro que permaneció a la espera… llegó a caer sobre su cabeza e incrusto la espada hasta el mango en el centro justo de su cráneo…
La bestia murió, y su gemelo se resintió y cayó al suelo lleno de dolor; pero lo que pareció la victoria de nuestro héroe se torno en su derrota. Cuando sacó la espada esta estallo repentinamente esparciendo por todo el lugar los trozos congelados de metal de aquella bella espada. Sorprendido no logró reaccionar, pero tampoco hubiera podido… cayó de rodillas sobre el cadáver del dragón que mató mientras un dolor insoportable empezó a asolarle por completo… cada vieja cicatriz, cada herida sufrida en el pasado, todas y cada una de ellas se abrieron a la vez y empezaron a sangrar con lentitud. Sus ojos se abrieron de par en par y un grito que vino desde su mismísima alma salió de su boca… poco a poco todo se fue tornando oscuro y perdió el conocimiento.

El otro dragón se perdió entre la espesura a lamerse las heridas que sufrió ante la pérdida de su hermano… y nuestro héroe yacía sobre un charco de sangre coagulada cubierto de nieve y hielo… pero aún con todo, su corazón latía… pero sin fuerza…


Image composition By Malarkeys

viernes, 16 de abril de 2010

The hero without sword I

Erase una vez un joven guerrero que por azares del destino emprendió un viaje en la búsqueda de si mismo y de su lugar en el mundo.

Era un joven apuesto, con el cabello largo de tonos oscuros y con un brillo cegador; sus ojos, color miel eran un dulce para la vista, y no solo por su mirada intensa, en ellos había un luz misteriosa y llena de fuerza. No era excepcionalmente alto, pero su cuerpo estaba bien desarrollado y musculado pero sin llegar a la aberración anatómica.

Sus ropas eran modestas, tonos grises y negros, tratando de no destacar. Su armadura era sencilla pero eficaz ya que cumplía su función; pero lo que mas destacaba de sus pertenencias era su espada, nadie sabe de donde vino ni quien la forjó, pero era una espada única, perfecta, equilibrada… su filo era tal que cortaba el aire, y el zumbido que provocaba al hacerlo parecía una dulce melodía de muerte. La empuñadura tenia la forma de una zarpa de una bestia que podría haber sido mítica o real, pero lograba dar un toque bello y amenazante.

El joven guerrero recorría el mundo a pie, sin compañía, solo con la fuerza de su espíritu y el ímpetu de su alma… junto con su espada, esas eran sus mejores armas, y no necesitaba más.

Y así fue, como el camino de su vida se dibujaba ante sus pies a cada paso que daba, y ese camino estaba lleno de dificultades y enemigos que no era capaz de ver hasta que estaban cerca de él.

Poco a poco se fue forjando su propia leyenda, una leyenda en vida al enfrentarse a innumerables enemigos y salir victorioso aunque siempre herido. Pero no importaban aquellas heridas, solo eran cicatrices que evocaban recuerdos de sus vivencias, pero no le afectaban.

Bestias, bandidos, caballeros del mal, magos malignos… todos caían bajo el poder de su espada y su habilidad innata para manejarla… combates épicos que el mundo se perdía y que nadie recordaba, combates donde cada golpe de espada le hacía más fuerte y mejor…

Allá por donde pasaba la gente empezaba a hablar de él, clamando al héroe, pidiéndole ayuda entre suplicas para que acabaran con aquellos seres que amenazaban sus vidas con sus malas artes… y él siempre aceptaba. No pedía nada a cambio, el saber que aquellas gentes podrían vivir en paz cuando él saliera victorioso era su sustento, no necesitaba más, era feliz con eso, vivir por los demás y darlo todo por ellos. Siempre así, un buen samaritano ambulante.

Y los años pasaron rápidamente, la gente ya sabía quien era con tan solo oírle llegar, el Héroe del mundo llegaba a un nuevo pueblo en las tierras del norte, tierras en las que nadie había pisado más allá de aquel helado pueblo… nadie lo había hecho por un motivo de peso.

En los bosques helados que rodeaban aquel pueblo habitaban dos dragones sin alas, los dragones gemelos los llamaban. Cuentan los ancianos del pueblo que sus ancianos los vieron caer del cielo como si fueran dos estrellas… con su llegada se desato un invierno eterno, un invierno que no dejaba pasar ni la luz del sol y que tenía a aquellas gentes atrapadas… pues del mismo modo que nadie puede explorar el bosque, nadie puede salir de aquella aldea… quien entra, lo hace para siempre.

Nuestro no tan joven guerrero no dudo en dirigirse al bosque nada más saber de aquella historia… las gentes lo miraron con admiración, pero todos negaron… muchos héroes ya lo habían intentado y ninguno había vuelto con vida, ni si quiera pudieron recuperar sus cuerpos… pero eso a él no le importo, debía enfrentarse a ello, debía salvar a aquellas personas cueste lo que cueste… y sus pasos le llevaron hasta el interior del bosque helado…

Image composition By Malarkeys

miércoles, 14 de abril de 2010

Sabidura oriental

Uno de los proverbios que más me gustan...
"Únicamente los peces muertos nadan con la corriente"

Es increíble lo que me gusta esta sencilla frase tan llena de sentimiento de superación, tan llena de luchar por tu propia vida y por lo que quieres... dejarse llevar siempre sera un error.

Solamente esta frase resume aquel post que puse hará un mes "My Way of life". No quiero extenderme, no hay mas que añadir al respecto.

domingo, 11 de abril de 2010

In rage

Llevo unos días completamente ido, y en el peor de los sentidos. La ira se ha adueñado de mi por completo, como otras veces, pero esta vez está durando demasiado. Ha aparecido de la nada, aunque tiene su porque, pero ahí está, surgió de entre las grietas de la tierra como una nube negra con vida propia… me rodeo, me abrazó… y me controla a cada segundo que pasa estos días.

Hay momentos que la controlo, que la aparco… pero hay otros tantos que ahí está, asfixiándome como una cadena al cuello que me aprieta y aprieta pero no llega a matarme, únicamente me deja experimentar esa “agradable” sensación de impotencia que saca de mi esa bestia colérica y destructiva… esa bestia que me hace tener ganas de liarme a golpes con el primer desconocido que pase por la calle, esa bestia que me conduce con su látigo a intentar reventar una pared con mis manos desnudas y a no parar a pesar del dolor…

Días diferentes, días tan distintos unos de otros que cada vez me doy más cuenta de que estoy en una jodida montaña rusa que se mueve a una velocidad tan vertiginosa que no puedo ni girar la cara… me agarro con fuerza a ese vagón negro deseando que pare, deseando poder bajarme… pero me es imposible, estoy atrapado… me siento atrapado… sin poder hacer nada por evitarlo y lo que intento no sirve de nada…

Necesito que pase el tiempo más rápido, esto va demasiado lento y me está consumiendo por dentro que cuando me miro al espejo ya ni me reconozco… me siento como un saco de bilis a rebosar, agrio, acido… infecto…

Y sé que tiene la culpa de todo esto… pero no puedo odiarla ni un jodido ápice, soy tan subnormal que no puedo ni lo logro… y eso me cabrea aún más, quiero vengarme, quiero que sufras una mínima parte de lo que yo sufro por tu culpa para que te dieras cuenta…

¡La hostia! ¡No puedo! No puedo hacer nada de eso porque te amo y no te mereces ni eso, no te mereces nada de lo que siento por ti después de lo que me has hecho… pero lo sigo sintiendo con la misma intensidad… ya no te idealizo, se que eres y el daño que me has hecho… y no hay perdón posible hasta que haya una explicación de todas tus mentiras y engaños. Pero sé que no la habrá, posiblemente nunca.

Estoy harto de mi puta suerte en estas cosas, pero se acabo ya todo, se acabo, a seguir mi camino solo, ya me queda claro que ese es mi destino. ¿Ya aparecerá otra? Mentira, ya no creo en eso, ya no creo en esas palabras impregnadas de esperanza, ya no creo en nada… solo creo en que me toca este camino lleno de clavos, solo creo en que con el tiempo a cada uno se le pondrá en el lugar que le corresponde… y ya me da igual cual es el mío, como si es acabar en una cuneta tirado, me da exactamente igual.

Ya es hora de recibir.


Rage By Jzabelle

Listening: Ayreon - Day three: Pain

viernes, 2 de abril de 2010

Oda a la luna



Recuerdo el primer día que te vi, recuerdo que aquella excursión no te pude quitar los ojos de encima y cuando no te veía te buscaba con intensidad. Recuerdo que te buscaba en los recreos pero solo nos cruzábamos escasos segundos y ni me mirabas, algo normal, claro. Y el tiempo pasó…

Mi vagancia quiso que apoderarse de mí y acabe por repetir ese año; pero el destino quiso jugar a los dados y los tiró con una sonrisa afable en el rostro.

A mí no me sentó nada bien repetir, como a casi nadie supongo. Recuerdo aquel primer día de vuelta, una clase llena de desconocidos y yo en mi plena época de introversión plenamente agudizada. Recuerdo que nos sacaron al anfiteatro que estaba en el aparcamiento y nos fuimos sentando, yo, inevitablemente me quede algo apartado, no conocía a nadie y no estaba muy por la labor de hacerlo… pero en ese momento, tú, decidiste llamarme, tú, decidiste decirme que me sentara a tu lado y me hablaste… no cabía dentro de mí, te mire, con timidez y me acerque hasta ti sentándome donde indicaste con tu palma de la mano mientras me sonreías amistosamente. Esa fue la primera vez que hablamos, y cuando cierro los ojos lo recuerdo todo tan nítidamente, a la perfección que se me pone el vello de punta.

El tiempo fue pasando y poco a poco lo que nos unió se fue perfilando con el día a día… Sé que te di mucho la brasa, se que me “declare” con un triste mensaje de móvil por que no me atrevía a decirte “te quiero” a la cara. Ahora lo pienso, y debí ser un pesado; pero no me parece mal haberlo sido, ni mal, ni bien, fue como pasó y estando en el momento que estamos, fue bien.

Y el tiempo paso, y la distancia nos privo de vernos, pero eso no importó en lo más mínimo. Mis sentimientos por ti dieron un paso, y ese amor tan intenso que sentía por ti paso a ser una de las amistades más bonitas que tengo, una de las amistades de las que más orgullo siento, y me encanta que sea así; reconozco tu belleza, reconozco que como mujer eres bellísima y en todos los aspectos, no solo físicamente sino en tu interior, pero estamos en tal punto que la atracción física se ha convertido en algo poco importante.

Hay poca gente que te encuentras en tu vida que te comprende y te entiende sin necesidad de devanarse los sesos; tú eres de esas pocas personas, tú fuiste la primera. Cuando hablo contigo, sabemos como somos, sabemos que decirnos, tanto lo bueno como lo malo y lo aceptamos con honestidad. Lo que hay entre tú y yo es algo muy distinto y que desde luego no pasa todos los días; incondicionales, siempre estamos ahí, nunca ha habido malas caras solo buenos momentos, únicamente buenos momentos…

Por una vez, he querido escribir algo agradable, por una vez he querido dedicarle a esa persona que admiro unas líneas que se merece.

Ayer me diste una tarde magnifica, necesitaba hablar contigo, y hasta ayer no supe cuanto lo necesitaba, porque esa cercanía que tenemos tú y yo, esas conversaciones… opiniones iguales, misma forma de ver la vida… me reconozco en ti cuando hablas, y eso de una manera indescriptible me ha hecho sentir como hacía tiempo… y más después del daño que me han hecho; tus palabras y presencia han sido como un bálsamo para esas heridas que me recorren.

No creo en lo “eres mi mejor amigo”, realmente creo que todos tenemos amigos y amigos muy especiales; y tu eres una de las mas especiales, compartes ese título con unos pocos, pero lo que no te quitara nadie nunca es que tú fuiste la primera que paso por mi vida, que paso y se quedo…

Me siento muy orgulloso de ti, de cómo eres, de quien eres; me siento muy orgulloso de ser tu amigo, de que seas mi amiga, de esto que tenemos que muy poca gente tiene.

Solamente me queda darte las gracias por estar siempre ahí, que aunque no nos veamos se que estas ahí, se que estarás ahí por siempre del mismo modo que yo estoy para ti; que del mismo modo que alguien ansía tocar la luna sabe que cada noche la vera en el cielo estrellado… Que nunca se nos olvide. Gracias.

P.D: Tqm lunita (como aquellos sms de adolescente que nos mandábamos)

P.D: Ya van casi ocho años, y más que nos faltan… muchos más.



Luna By Malarkeys