sábado, 23 de mayo de 2009

Con la miel en los labios

Un día como otro cualquiera, paseando yo por mi casa vi un bote de miel sobre una mesa con una cuchara de madera dentro del mismo. La miré con ojos curiosos y me acerqué sin dudarlo un segundo. Miré su interior y la cuchara saqué dejando que el dorado contenido cayera hacía el interior del bote de cerámica con lentitud y viscosidad.

Era una miel apetecible, deliciosa a ojos vista, del estilo de los dibujos de Winnie de Pooh, que cuando veías esa miel la boca se te hacía agua pensando que debía estar deliciosa...

Y la probé. Lamí la cuchara con parsimonia, los ojos cerrados saboreando ese sabor dulce... un suspiro largo salió de mi sin haberlo pretendido mientras mi lengua seguía recorriendo toda la cuchara de madera, hasta el mango que estaba impregnado de miel al estar apoyado sobre el borde.

La sensación de paladear semejante sabor era reconfortante, recorrió todos los nervios de mi cuerpo estimulando hasta el más insignificante de ellos transportándome a cualquier sitio lejos de ahí, volando con los ojos cerrados sintiendo un viento inexistente pero de igual modo vigorizante. Ahora mi mente solo pensaba en esa miel, en esa dulce y sabrosa miel; solo quería saborearla sin parar pero con mesura, para que nunca se acabara y tratando de conservarla a la perfección.
Los días iban pasando, danzando, dando vueltas sonriendo, cantando, abrazando el bote con alegría como un niño con zapatos nuevos...

Pero un día no había miel ya, ni bote, ni cuchara, ni una sola gota viscosa sobre la mesa. El golpe fue tan contundente que ni reaccionar pudo mi cuerpo, solo miraba con mortecinos ojos la mesa vacía, como un rayo de Sol iluminaba justo el sitio donde debía estar, donde la dejé la noche anterior. Me apoyé sobre el marco de la puerta y me dejé resbalar por el hasta llegar al suelo mirando al mismo punto; los ojos se cerraban con lentitud, me mordí el labio inferior y trate de recordar ese sabor en mis labios, volver a paladearlo una última vez. Solo fui capaz de hacerlo una vez, al segundo después esa sensación se había desvirtuado por completo siendo un sin sabor, algo neutro, algo seco, algo mustio...

... y con los ojos cerrados una lagrima dorada, viscosa y dulce resbalo por la mejilla.


Honey love - By ideaa

Listening - Temptation by Vast

3 comentarios:

  1. *(Odio la miel u.u'')

    [PD: No, no soy Gab soy Rabo, sólo que no me apetecia poner mi cuenta =3]*

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  2. Cést la vie!!!!
    todo se va, todo acaba muriendo, todo desaparece... pero siempre nos quedará Paris, o el recuerdo. Las cosas solo mueren si las olvidas.

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