Aquí van:
El golpeteo de las gotas de agua cayendo con fuerza sobre los coches era lo único que se escuchaba en aquel callejón a oscuras por culpa de un inesperado apagón. Ya había pasado la media noche y aquel grupo de policías se arremolinaba sobre la entrada de la callejuela con la respiración contenida… Se podía palpar la tensión y el miedo en el ambiente, pero era algo inevitable. Tras meses de investigación por fin se había dado con la guarida del asesino de cristal. El detective Brandon, en pie frente a todos, esperaba impacientemente a que el monstruo moviera ficha.
Éramos dos en un oscuro pasaje. Escuché como una pistola era amartillada. Noté como el corazón se desbocaba. Y solo vi el fugaz destello de la detonación. No hubo más sonido que el de mi cuerpo cayendo sobre el frio suelo. Pensé en que ya todo acabó; pensé en los besos que no di, en los perdones que no dije, en las lágrimas que no lloré… pensé, por última vez, mientras oscuridad y olvido infinitos me abrazaban; ya solo me quedaba la nada.
Éramos dos en un oscuro pasaje… y quedó uno solo.
Bocabajo estaba, desnudo de cintura para arriba. No pensaba, no hablaba… los ojos cerrados mientras los rayos de Sol calentaban mi espalda. Tu mano, tu dulce y suave mano recorrió toda mi columna hasta el cuello con la delicadeza de la seda… mi cuerpo se estremeció y tú lo notaste… ambos sonreímos y abrí los ojos para verte…
... abrí los ojos para darme cuenta que era tan solo un sueño… un recuerdo… un pasado; los cerré para recordarlo por última vez y volver a sonreír.
Camino del cadalso hice memoria de mi vida. Logros, conquistas, triunfos, victorias. Todas las dedique a mi pueblo, a mi gente; los cuales orgullosos festejaban cada una de las que hice por y para ellos. Pero eso no era más que pasado, pues el presente se redujo a una única derrota, al juicio del pueblo y a la pena de muerte. Viles traidores, les fallas una vez y olvidan todo lo bueno para ejecutarte por un único error.