domingo, 15 de marzo de 2009

¿Y ahora qué?

¿Y ahora qué? La desesperación que me inunda es tal que ya no es lo que era, ha mutado a una ira casi incontrolable, a una rabia que no sé de dónde ha salido; y son tan fuertes que solo me dan ganas de destrozarme la mano contra la blanca pared hasta que pueda ver el hueso, hasta que los nervios estén tan sobrecargados que ni llegue a doler... ganas de gritar, de gritar hasta escupir sangre al haberme reventado las cuerdas vocales...

¿Para qué? No sirve de nada, ni me llega a desahogar mínimamente, ni una fracción... es simplemente dejarse llevar hasta la extenuación, hasta agotarse tanto que solo pueda quedarme tirado en el suelo como una colilla, una sombra que mira el tiempo pasar... una sombra que busca el punto de luz con ansía y no lo ve por ningún lado desesperándose más y mutando aún más.
Los maullido del gato negro resuenan por toda la casa, de un gato ajeno a todo con sus necesidades pero que me irritan de mas... unos vecinos que gritan por yo que sé que, tan ajenos como el animal, pero que también irritan más. Un hueso que me duele y que me quita movilidad haciéndome sentir más inútil y torpe... todo me irrita, hasta el mundano hecho de masturbarme; ¿Para qué? me hace sentir más miserable correrme con lagrimas amargas, imaginando cosas tan imposibles como sobrevivir a una caída libre de veinte pisos de altura... no hay ni placer.

Y ahí estoy yo, una malgama de sensaciones y sentimientos que se contradicen unos a otros luchando a muerte en una batalla con sentido... pero como en toda guerra no hay vencedores, solo hay vencidos y una tierra desolada; lo irónico es que el campo de batalla soy yo mismo.


the seven deadly sins - wrath By ~Vive-Le-Rock

Listening - I'm not driving any more By Rob Dougan

1 comentario:

  1. No hay nada peor que la ira que nace de la frustración, de la incapacidad para lograr cumplir los sueños y alcanzar las metas impuestas. La inutilidad se torna violencia que explota con la fuerza de un volcán jóven, liberando mas y mas dolor que no sirve para absolutamente nada. Solo deja el paisaje que nos rodea cubierto de cenizas y lágrimas en los ojos que empañan nuestra visión, deformándolo todo un poco mas...

    Y pensar que aquellos que nos irritan no tienen la culpa de nuestro estado... Luchar contra nosotros mismos para no pagarlo con aquellos que no lo merecen porque sabemos que dar ese paso nos alejaría un poco mas de nuestra ya maltrecha humanidad... Eso es lo único que nos mantiene atados a la cordura...

    No comparto tu dolor, aunque, en cierta manera, la fuente de nuestras iras sea la misma. Aún así, no estás solo en este mundo que nos irrita con su simp,e existencia...

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