martes, 28 de junio de 2011

Sparks

Imaginaos, por un momento, que el tiempo no es tiempo, no existe; que para nosotros no hay principio ni fin, solo una infinita existencia… ¿Infinita? Es un concepto con el que vivimos, pero siempre algo teorizado, imaginarnos el infinito, sin duda alguna a mi me parece harto imposible, pero nos gusta creer que si sabemos que es algo “infinito” o eso he oído decir, como ya he dicho, a mí, personalmente, me veo incapaz de valorar del todo lo que sería algo infinito, sobre todo cuando pienso que todo tiene su lugar, su momento, su principio y su fin… y diría que me encanta que sea así.

Últimamente, después de haber ido superando los baches típicos de cualquier otro ser humano, me ha dado por ver los eventos de mi vida como chispas, partículas incandescentes que saltan a gran velocidad brillando por una única vez, un fulgor cegador que te deja sin aliento mirándola como traza una perfecta parábola para luego… desaparecer, caer lejos, y no volver a verla… pero como cuando miramos al Sol, cerramos los ojos, y vemos la chispa impresa en nuestra retina.
Todo, lo bueno, lo malo, lo anodino, brilla por un instante con la suficiente intensidad como para ser el centro de nuestras vidas, de nuestra atención, aunque sea por unos cortos segundos… pero… ¿Qué segundos? ¿Eh? Algunas veces son los más alegres, los más placenteros, los más dolorosos, o sencillamente el peor de nuestras vidas… pero es algo nuestro, algo que hemos vivido y algo que recordaremos a la vez que aprenderemos.
No pretendo, ni mucho menos, dar una visión filosófica de la vida, eso que lo hagan los eruditos, yo solo soy un mortal más, como otro cualquiera que quiere compartir sus pensamientos.

Ahora, imaginad, siguiendo lo que dije al principio. ¿Cómo veríamos nuestra vida? Sería como cuando vemos por la calle a un obrero cortando un tubo con la radial, o a otro soldando… vemos como las chipas incandescentes caen al suelo, y las miramos como si fueran insignificantes, algo hasta molesto… Qué aburrido ¿No? Toda una existencia reducida a una mirada lanzada con desdén y sin darle el verdadero valor que se merece… pero claro, por fortuna, somos mortales, y es entonces, cuando uno es realmente consciente de que su propia existencia se acabará tarde o temprano se da cuenta de la importancia que se merece cada experiencia de su vida, por muy simple y absurda que sea, mientras le haya aportado algo, esa chispa seguirá impresa en su retina.
Pero realmente, pienso, que poca gente es consciente de su fin, y por desgracia, quienes lo ven así verdaderamente son enfermos terminales, gente que puede contar con un calendario los días que le quedan de vida… conozco muchos casos así, y los que he visto cerca, hacen resumen de su vida, y empiezan a valorarla más y mejor, como verdaderamente se merece… amores, rupturas, sonrisas, lagrimas, risas, dolor… todo aquello que conforma la vida de un ser humano, y que, aunque a priori duela, es algo bonito, porque sencillamente es nuestra vida; no importa cuánto sangremos y lloremos, no importa mientras le pongamos el suficiente empeño y valor para seguir adelante, levantando nuestro fatigado cuerpo y mirar al cielo llenos de determinación y energía. Haremos parones, si, pero nunca hay que pararse… llorar es bueno, purifica el alma, saca todo el veneno que tenemos dentro… todo lo malo es bueno y todo lo bueno es malo… solo hay que aprender de cada uno y sacar siempre lo positivo que nos pueda beneficiar, lo que no, a la basura…
Como aquella chica que amamos, que nos pudo hacer tanto daño como la peor de las puñaladas en nuestro pecho… ¿Dolió? Si, ¿Mucho? Ni te imaginas… pero fue un momento de la vida de alguien, de tu vida, de mi vida, de su vida, un momento que jamás se olvidara y que cuando las heridas sanen, mirarás la chispa de nuevo de aquel momento y pensaras “Que grandes momentos pase con ella, cuantas sonrisas, aunque la eche de menos, me aportó mucho más de lo que el dolor me dejaba ver”

Bueno, pongo un ejemplo sobre el amor, porque ya sabéis lo ñoño que soy jeje, en cualquier caso, creo que me habéis cogido la idea que quería plasmar en estas pocas líneas.

Recordad, chispas volando frente a vuestros ojos… ahora veréis a un soldador con otros ojos cuando trabaje.

SPARKS by IheaveaNikon