Mientras comía, vi el telediario, como siempre; y sacaron la noticia de aquella mujer que murió en las manifestaciones contra “Mahmmud Ahmadineyad” y su dudosa reelección.
He visto el video que hicieron de sus últimos minutos de vida… y no lo veáis; es mi recomendación. Hace un año lo vi y ahora también… pero esta vez con más información sobre esta mujer, Neda. Una mujer de 26 años, Iraní, que estudiaba filosofía. Una mujer que al parecer abogaba por una lucha a favor de los derechos de la mujer en contra punto a la sociedad musulmana en la que se crió; sociedad que se rige bajo un riguroso control “moral” sobre todo en cuanto al papel y comportamiento de la mujer. Una mujer de la que mostraron varios videos de su vida cotidiana y te deja ver que, al menos en esos videos, es alegre, divertida, bella… una mujer con vida, radiante… pero es inevitable, para los que hemos visto el video de su muerte, que esa Neda viva y sonriente pase a un segundo plano para acabar por aparecer en nuestra mente esa Neda agonizando y ensangrentada… se me parte el alma; y no únicamente por ella… sino por todas estas cosas, esta mierda repugnante que es tratar de luchar por tus principios, creencias, de manera pacífica y acabar así.
Aún con todo, admiró a toda persona que a pesar de saber que podría morir, o que morirá con toda seguridad, siente en su corazón ese palpito y sale adelante con su pancarta o lo que sea dispuesto a dejar bien claro su opinión… su sentimiento…
Todo esto me lleva a una reflexión final, más bien una pregunta… ¿Somos libres? A mi cada día me está quedando más claro que no somos libres en absoluto, y no me refiero a esa libertad de “el preso” no, ni mucho menos, me refiero a esa libertad moral, social… en cierto modo somos esclavos de nuestros sueños, deseos, pensamientos, si, son nuestros; pero hay ciertas emociones que en momentos nos hacen esclavos de ellas: miedo, ira, celos, venganza…
Pero no solo son emociones, ¿Qué hay de la sociedad? De los convencionalismos sociales, de las creencias de un pueblo que en cierto modo se nos imponen y las aceptamos desde bien pequeños porque es con lo que hemos crecido, lo que nos han inculcado… es MUY difícil tener una opinión mínimamente diferente a la corriente, al rebaño… cristianismo impuesto, bautismo sin consulta… y así muchas cosas de las que se forma un pueblo, sus costumbres… ¿Pero por qué tengo que seguirlas? ¿Por qué tengo que aceptarlas si va en contra de muchos principios?
Este asunto es una espada de doble filo, además de muy complejo a la hora de tratar y hablar sobre él, porque obviamente no todo es malo, pero tampoco bueno. Hablando del caso con el que empecé este “post”. Neda… ella se crió en una sociedad cuyo estamento, cuya base social, es una vida precaria para la mujer por una mala interpretación del Corán. Bien, partiendo de ahí, casi todos, el noventa por ciento, creen en eso a pies juntillas puesto que desde bien pequeños se lo meten en la cabeza, lo viven y lo ven (o lo sufren, según se vea) Es realmente difícil romper con ese precepto del que uno lleva mamando desde que tiene uso de razón… Un libre pensador, un alma revolucionaria… alguien que sepa y pueda mirar más allá… esas son las personas que logran salirse de lo establecido, mirarlo con objetividad, comparar y emitir un juicio por mucho que duela oírlo… ese tipo de persona era Neda, ese tipo de persona fue Marx, y así un sinfín de personajes que despuntaron por un motivo u otro, pero fueron personas que para bien o mal (para muchos, Hitler fue un libertador cuando subió al poder allá por 1933) Pero cada vez se ven menos de esos personajes, y los pocos que aparecen con ciertas posibilidades de conseguir algo son asesinados irremediablemente o encarcelados con la llave lanzada al primer pozo que se encuentran…
La manipulación de los medios, de las corrientes sociales, de las modas… la desvirtuarían de los principios ético-morales, el desprecio a la vida humana, al medio ambiente, el populismo, el caciquismo, la privación de libertades de información, las dictaduras… estamos rodeados de miles de “villanos” de los que parece imposible escapar…
…pero yo todavía tengo mi alma.
Listening: Epic score -
I still have a soul