jueves, 22 de octubre de 2009

Días

Algunos dicen que los días son todos iguales, otros que cada día es distinto al otro con diferentes cosas que mostrar... pero todos coinciden en que hay días horribles en los que hasta la sencilla acción de andar se convierte en un paseo por un campo de minas a cual más mortal.

Hoy es uno de esos días, uno de esos días en los que te sientes un soldado atravesando barrizales infectos de cadáveres, cadáveres que cuando te paras a mirarlos detenidamente tienen tu rostro y te devuelven la mirada helándote la sangre. Aún así te obstinas a seguir el camino, seguro de ti mismo sin querer darte cuenta de que haces mal.

El enemigo te dispara desde los árboles... intentas mirar de donde viene el fuego enemigo, esas balas con fosforo cargadas de muerte y violencia... pero miras y tus ojos solo son capaces de ver el denso follaje moverse al compás de un viento que justo se acaba de levantar haciendo aún más difícil el jodido camino lleno de lodo... de lodo que poco a poco, sin darte cuenta casi te ahoga.

Se suponía, que como soldado que eres, tienes a tus camaradas siguiéndote por detrás... pero cuando te quieres dar cuenta en realidad ya no hay nadie; y es cuando te empiezas a dar cuenta de la tremenda cagada que has cometido siguiendo adelante. La frustración empieza a aparecer en tu corazón... poco a poco te desesperas, te tropiezas, caes... hundes tu cabeza de completo idiota en el barro cenagoso y te cuesta un horror despegarte... Más disparos a tu alrededor, balas que silban su canción de muerte y mutilación... ¡Dios! ¡Si parece que hasta se ríen de ti! La respiración se entre corta, la respiración se para mientras tus ojos se abren de par en par mirando al suelo... jadeas... intentas atraer una mísera molécula de oxigeno a tus pulmones pero hasta eso que haces inconscientemente se ha vuelto como cargar con toneladas de mierda colina arriba...

Y así pasa el día, que ni eres capaz de moverte mientras tu cabeza da vueltas y vueltas... mientras tu mente juega contigo, mientras te sientes el ultimo gramo de mierda del mundo, mientras no eres capaz de respirar... mientras miras como todo a tu alrededor se mueve correctamente... mientras ves como tú eres un soldado atravesando un manglar con los brazos en alto para que tu fusil no se moje... pero levantas la mirada y ves una calle normal y adoquinada donde decenas de personas pasean con tranquilidad; pasan a tu lado como borrones, imágenes difusas que van más rápido o tú eres demasiado lento... quien sabe...